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n.2 Fotografía y el video <<<

Aproximación   cultural a un álbum de familia
Autor: Alberto Antonio Verón Ospina

En el   presente ensayo nos proponemos examinar el   reciente trabajo del profesor y escritor   Armando Silva: Álbum de familia. La imagen   de nosotros mismos. Valiéndose de un caudal   de aportes de diversas disciplinas: la   antropología, la semiótica, los estudios de   campo, las teorías de la narración contemporánea, el libro presenta un   detallado estudio sobre el significado que   tienen las fotos y el álbum de fotografías.

"En sus   orígenes el álbum de fotografía ofrece la   alternativa de registrar los vestigios del   pasado bajo una apariencia de precisión, de   rigor con la realidad, adquiriendo así el   cariz de una forma por excelencia de la modernidad"( 1 ) .

Rupturas   en el álbum de familia

En la historia   de la fotografía aparecen una serie de   crecientes esperanzas en las posibilidades   discursivas de la fotografía ; es el   instante en que está pasa de la pose estática a   la captación y petrificación del movimiento,   cosa posible con los equipos de hoy. Si antes,   con Benjamin, hablábamos de copias y   reproducciones, ahora va a hablarse de   traducciones de un programa a otro, de   conversiones de las representaciones o hasta de   importaciones del scanner a la memoria hard drive   del computador. En el siglo XIX las posibilidades   que de archivo tuvo la fotografía se aplicaron   en la identificación y seguimiento de   criminales, "se propuso complementar el   retrato con una descripción hablada, que viene a   ser como una descripción analítica de las   unidades discretas, tipo de nariz, ojos, orejas,   altura del sospechoso, tipo racial,   etcétera" ( 2 )  Desde la sociología de la   cultura el álbum fotográfico vuelto producto de   fácil acceso y organización en los distintos   grupos sociales, habla del acrecentamiento del   capital simbólico y de la distinción y aumento   del sentido de diferencia de unos grupos con   respecto a otros. Así las manera de posar, los   escenarios que rodean a la foto -el contexto-   hablan, según Silva, de maneras particulares que   tienen las familias según su estrato social o   región, de narrar el álbum de familia.

El álbum   como ritual 

Silva nos   propone que hagamos de las fotos del álbum una   lectura que ubique sus usos en el ambiente de los   ritos. Algunos de estos ritos como el nacimiento,   la circuncisión, el matrimonio, el sexo o la   muerte serán estados registrados en ceremonias   sociales. Se demuestra que el niño   "..cumple en el seno de la nueva familia   como héroe o rey de la casa al que se le da todo   el escenario visual y sobre quien la familia   apuesta su futuro" ( 3

La fotografía   familiar permite que los grupos sociales puedan   instalar su propio universo familiar de   referentes estéticos. A cambio del auto retrato   de Alberto Durero o de Picasso en la sala de la   casa, el retrato ampliado del niño montando en   triciclo o del día del matrimonio de los padres   nos llevan a un orden simbólico en el cual las familias elaboran un sistema simbólico que   tiende a estar desarticulado de los grandes   relatos de occidente - la política o la   religión - y orientado más hacia la vivencia   particular de las personas . De esta manera la   familia se expone a si misma. Si para apreciar   una obra de arte moderna se necesitaban tener   competencias en el campo de la producción de   estas, la foto de familia indica unas   competencias ( 4 )  que son exclusivas al   devenir de la familia, y que son registradas y   contadas por estas, como una manera de perpetuar   el valor de su propio pasado de grupo social.

¿Y donde   ubicamos el álbum ?

Pero entonces si   en el arte operan determinadas convenciones que   obligan al creador a quedar enmarcado dentro de   un género específico: la novela, el Jazz o las   orquestas sinfónicas que tienen su propio   sistema de orden y jerarquía ¿cuales serán   esas convenciones al interior del álbum   familiar? ¿Existe una manera de posar ante la cámara, de entrar al campo visual o de organizar   un entorno que nos permite pensar en unas   convenciones para este tipo de fotografías?.   Hacia allá apunta la reflexión de Silva

Nos permitimos   seguir las teorías de Bordieu y aplicarlas en el   álbum familiar cuando el autor francés nos   define un campo cultural como un lugar donde los   hombres luchan por apoderarse del capital   simbólico inmerso en la cultura. El álbum viene   a ser un ejercicio de colección , acumulación y   transmisión de ese capital: en este caso se coleccionan imágenes, fragmentos, resto de una   memoria. El álbum implica un ordenamiento de su   propio mundo en el caso de quien lo hace y un   nuevo orden de quien lo lee. Se llega o entra a   él desde distintas perspectivas. Cercano a la   biblioteca o las estampillas del filatelista, el   álbum constituye un orden estético y narrativo.

La familia por   su parte es la enunciación del objeto que se   colecciona y ordena. La familia pasa de ser   asunto de la antropología social y cultural a   convertirse en tema que linda con la estética.   Así, los antropólogos gustan de estudiar los   diversos ritos que simbolizan la estructura   familiar. Ceremonias como los bautizos, las   bodas, los grandes encuentros familiares, son   rituales que en el álbum de familia alcanzan un   nivel de escenificación que el coleccionista elige para perpetuarse a los ojos de las futuras   generaciones. El Album de familia cuenta   historias en el sentido narrativo de la   expresión ; historias que son factor   constitutivo de una tradición o memoria cultural   que se hereda de generación en generación.

La   investigación de Silva propone la posibilidad de   asumir las fotografías de familia como   enunciados que nos dicen acerca de aspectos del   mundo. La foto se vuelve enunciado en el momento   que la sacamos de la caja de recuerdos o que   abrimos el álbum. En palabras de Silva :   "...ésta parece dispuesta a dos acciones: a   mirar a cualquier eventual observador y a su vez   a ser vista por el mismo"( 5 ) . También en el álbum   se estructuran los puntos de vista de aquellos   que intervienen en ella: la familia, la edad, el   sexo, las regiones, la cultura. La foto de   familia considera Silva" es un acto teatral.   En la fotografía se evidencia que todos actuamos   para otros" ( 6 )

En este   narración visual y en ocasiones oral, la memoria   del pasado sirve al coleccionista para lanzar   claves al futuro, a las generaciones y   descendientes que vendrán. De este modo el   álbum nos comunica la conciencia de que envejecemos, de que ese que fuimos se aleja en el   tiempo, de que sólo el papel pareciera contener   la ruina que circunda lo humano. Es ahí   entonces, que el álbum adquiere connotaciones   complejas, esas que hablan de lo oculto, lo que   se encuentra tras lo fotografiado ; esos   otros con sus sueños y sus poses que se   desvanecieron en el tiempo, en la ruina, pero que   pueden subsistir -¡oh milagro poético !-   en la evocación.

Para terminar   nos volvemos a preguntar,  por el lugar que   ocupa este libro de Armando Silva en el conjunto   de la producción en estudios acerca de la   comunicación . Nos referimos al horizonte   donde esta lectura se encuadra respecto a otras   que abordan líneas de investigación similares.   En este sentido pensar la comunicación lleva a describir la manera en que los emisores   establecen un diálogo con los receptores. Walter   Benjamin ( 7 )  estudiaba la avidez del   coleccionista en sus estudios acerca de Edwar   Fuchs. Hacer un álbum constituye una manera de   colección. La ordenación del mundo se erige a   partir de los rituales domésticos y dentro de un   orden particular : el bautismo, la primera   comunión, la graduación, el aniversario de   bodas, el viaje. Los grupos sociales ordenan su   vida a partir de estas actividades. Otro aspecto   a destacar, es el aporte en la constitución de   una historia o teoría estética de la vida   cotidiana pues aparecen acá toda una serie de   formas de representación del mundo elaboradas   desde lo privado.

El álbum de fotografía o el vídeo casero son las narraciones de quienes durante siglos no tuvieron la oportunidad de elaborar sus propias narraciones, haciéndolas extensivas y construyendo una sensibilidad a partir de esas manera de contar y mostrar a los otros su mismo   mundo. En este aspecto podríamos pensar el éxito que tienen los estudios acerca de vida   cotidiana unidos a la socialización entre los   sectores populares de las fotografías y de los   videos . Estos instrumentos proyectan una imagen   que nos permite el elemento de autoreferencia y   de imagen por el cual nos miramos, nos   fragmentamos o nos conocemos.

En su famoso   libro: La rebelión de las masas( 8 )  Ortega expresa una gran   preocupación por la manera en que las masas   aparecen en escena en las ciudades. Se trata de   las masas que carecen de la urbanidad barroca,   incubada, supuestamente por la burguesía en la   existencia noble y frívola del renacimiento   Italiano.( 9 )  En el libro de Silva nos encontramos precisamente con esa masa que   abandona el título de masa para ocupar el primer   plano familiar en la fotografía. Son los gustos,   la manera de posar ante la cámara lo que intriga   en esta investigación. Desde lo sociológico   podremos preguntarnos ¿qué lecciones nos dejan   estas personas que rompen la quietud ceremonial   en que fueron fotografiados los antiguos, para   pasar a un mundo donde el humor y lo poco   convencional domina en las imágenes?. Lipovetsky   ( 10 ) propone una definición   de las sociedades actuales como aquellas donde la   risa y lo estético ocupan el lugar que   anteriormente tuvieron lo solemne y lo político.   En el álbum familiar aflora ese relato que habla   desde la cotidianidad: el paseo, el juego, la   charada cometida sobre alguien. La gente aspira a   quedar para la inmortalidad de la imagen con una   actitud no convencional. Esto hace parte de un   siglo donde los criterios éticos se han vuelto   elásticos. Pero esa aspiración no -   convencional es la que se registra en el álbum   fotográfico y que alcanza las páginas de   sociedad de los periódicos y las revistas.

Porque existen   imágenes destinadas a ocupar el lugar del   álbum, mientras otras se destinarán a otros   avatares, el álbum se convierte en el libro de   la existencia cotidiana en el que lo privado   domina sobre lo público.

NOTAS
1 SILVA   Armando. Álbum de familia. La imagen de   nosotros mismos . P 55.Colección vitral.   Grupo editorial Norma, Bogotá 1999.
2 BENJAMIN   Walter, Poesía y capitalismo , Editorial   Taurus, Madrid, p 87.
3 SILVA   Armando. Op. Cit. , p. 66.
4 El término   competencia lingüística fue usado por Noam   Chomsky con el propósito de referirse a las   capacidades desarrolladas por un individuo o   grupo dentro de un medio. Esas competencias le   proporcionan habilidades que lo distinguen de   otros y que le favorecen en su existencia social.
5 Álbum de   familia. Op. Cit . p. 25.
6 Álbum de   familia, Op. Cit. p. 35.
7 BENJAMIN   Walter, Poesía y capitalismo .   Iluminaciones 2. Editorial Taurus. Madrid.
8 ORTEGA Y   GASSET José. La rebelión de las masas .   Bogotá. Club de lectores Andrés Bello.
9 PARRA,   Lisímaco (1996) "La recepción kantina   del ethus cortesano: de la ciudad barroca a la   ciudad moderna" En: Pensar la ciudad .   Compilación de Fernando Viescas y Fabio Giraldo.   Tercer Mundo. p. 341-380.
10 LIPOVETSKY   Gilles. El imperio de lo efímero. La moda   y su destino en las sociedades modernas. Anagrama.   Colección argumentos. Barcelona. 1990.

Derechos   Reservados Revista   de Ciencias Humanas -   UTP   Copyright © Pereira -Colombia - 2000   Ultima Modificación, Mayo de 2000.

 

 

 

 

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